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El anillo del duelo

Cuánto duran los duelos? Digo, hay un tiempo predeterminado o es más bien algo que cada uno define? Y voy a ser sincero, creo que esto también marca una diferencia de culturas. Porque en Alemania todo está reglado y aunque parezca raro, también los duelos lo están. Digo, no está necesariamente escrito en algún lado, ahora aparentemente hay algo así. Al menos eso fue lo que me dijo un alemán en una salida grupal. Según él, es un mes por cada año de pareja. Me faltó preguntar si era tiempo de casado o se incluían también los de novio.  Ya en otra me habían contado que también las relaciones tenían etapas. Si nos encontramos de casualidad en algún lado, pase lo que pase, no nos conocemos. Si nos volvemos a encontrar otras 5 veces, ahí seríamos un conocido lejano. Y después de unas 15 salidas tal vez podemos decir que somos conocidos o algo parecido.  Y es que la amistad en este país tiene una connotación bastante más profunda y son pocas personas con las que realmente te abrís y ...
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Cartas a ella

Hola, cómo estás?  No te conozco, no se quién sos, ni vos tal vez sepas quién soy yo. Da igual, la vida es eso. Dos desconocidos perdidos en algún espacio temporal que tal vez se cruzan. O no. Da igual, la vida también es eso. Te dije que me gusta tu sonrisa? Creo que una de las cosas que más miro en las mujeres, es la forma en la que se ríen. Me gusta escucharlas. Y me gustó escuchar la tuya. Sos linda. Muy.  Bueno, yo más o menos. Promedio. Igual también me río. Mucho. Tal vez demasiado. Tengo mis días, eh. Si hay risa y sonrisas, también hay tormentas. O momentos en los que no quiero hablar con vos ni con  nadie. Días en los que me deprimo al punto de querer llorar y otros en los que pienso que soy imbatible en absolutamente todo y que nunca nada me va a detener. Bueno eso es cierto. Al final del día cuando estoy en la zona, soy el mejor. Siempre lo creí.  Contame de vos. Me quedé con ganas de conocerte más. Yo que se...cualquier cosa...algo...no me gusta hablar s...

El amor después del amor....

Los alemanes tienen una frase que me parece bastante divertida: Alt Modisch. Sería como "a la antigua" o "anticuado". Bueno, soy.  En realidad, no es que sea anticuado, ahora dentro de mi modernidad hay cosas que todavía no las termino de entender. O tal vez las entiendo, solo que no las puedo resolver, justamente porque soy Alt Modisch. Yo igual digo que más que Alt Modisch, lo que soy en un romántico. Creo en el amor verdadero, creo en las historias de amor y creo en las conexiones reales. Tal vez no debería porque la realidad me devuelve otra cosa, ahora soy de los que eligen creer. Porque al final del día, lo que necesito es justamente poder volver a creer. De hecho diría que después de la separación, una de las cosas que más me costaron es la posibilidad de volver a creer, de querer estar con alguien en el sentido real y no tanto para aparentar que uno no está solo.  Me animaría a decir que prácticamente el amor después del amor es muy difícil de conseguir. Y s...

Nada de nada....abrazando el cactus.

Escribo estas líneas en el primer día del otoño europeo. Se fue el verano, me la pasé de acá para allá, los fines de semana fueron uno mejor que el otro y ahora nada.  Pero NADA de nada.  Al punto de que este finde ya estaba ocupando espacios tratando de inventar algo para hacer porque lamentablemente ahora viene el desierto. Lo cierto es que  hasta el año pasado tenía un grupo de amigos con los que nos juntábamos los fines de semana a comer, chupar y charlar y a principio de este año se fueron a Madrid y los perdí.  Bueno, tanto no, los visité, me lo pase genial, sólo para descubrir que los extraño y que ahora no tengo mucho para hacer. La venta de vinos venía también en esa dirección y era una excusa para salir de mi casa para hacer algo y conocer gente, ahora todo eso requiere de un esfuerzo gigante y es futuro y expectativa. En el presente, en el día a día, poco más que nada.  El otro día de hecho vi un video de Cristian Castro diciendo que estamos como muy ...

Existe la felicidad?

Existe la felicidad? Es una pregunta no tan fácil de responder. Me animo a decir que en términos de tiempo y espacio, definitivamente si. Vale decir, yo fui feliz. Muy feliz. En otro momento, claro. Tampoco podría decir que no soy feliz ahora. Creo que soy casi por definición una persona feliz. Es sólo que tal vez no lo puedo apreciar o tengo una expectativa demasiado alta y entonces tal vez no estoy a la altura de las mismas. Digo al final del día, si tenés menos expectativas, probablemente seas feliz con cualquier cosa.  Lo que si encuentro definitivamente falso es reemplazar la felicidad por el éxito. Ser exitoso no reemplaza a ser feliz. Son cosas muy distintas. Tal ez un éxito pasajero, nos haga sentir felices, ahora eso no necesariamente se sostiene en el tiempo. Entre otras cosas porque el éxito trae aparejadas otras demandas que, de nuevo, deben ser satisfechas.  San Agustín dice que la felicidad está en conocer a Dios y que Dios está adentro nuestro y no fuera. Es fel...

Un alemán perdido...

 "Y si la orientación no me falla hoy, estoy mirándote desde Madrid. Desde esta posición, estás muy bien" El novio del olvido - Andrés Calamaro  Y acá estoy yo, mirándolos desde Madrid, este domingo por la tarde. Me vine a visitar amigos, a hacer negocios con los vinos y a re-conectarme con lo que soy. o a tratar de "des-alienarme" un poco, que es más o menos lo mismo.  La verdad es que me hizo muy bien. Visitar amigos siempre nos hace bien. Creo que no puedo entender la vida desde otro lugar. Solo que me cuesta mucho salir de mi casa y entonces no lo hago tan seguido. O casi nunca.  Me cuesta entender por qué, ahora yo soy bastante miedoso. Eso hace que encuentre seguridad en lo conocido y trate de evitar lo que no me resulta tan familiar. Por supuesto, en ese contexto, mi casa es mi fortaleza y todo lo exterior, una zona de peligro de distinta intensidad. Obviamente, cuanto más lejos, más desconocido y por ende, más peligroso. Supongo que todo se reduce a algún mo...

La luz al final del túnel...

Soy un nostálgico. Un bohemio. Bueno, no al nivel de los que se van a vivir a San Telmo o en este caso a alguna parte pobre de Berlín. Ahora soy de esos que tienen una cabeza llena de recuerdos increíbles, una memoria prodigiosa para los hechos alegres de mi vida y también, porque no, para los no lo fueron tanto. Y creo que esa esa una diferencia muy importante con lo que percibo en este país. La vida interior existe y es muy profusa de este lado del planeta. Ahora el alemán encuentra la alegría a su tragedia en el futuro. Están disfrutando de lo que va a venir en contraposición a un presente tal vez más gris. Mi mirada en cambio es la del cangrejo: yo encuentro regocijo en lo que pasó, en lo que viví y en como lo viví. Ese es el combustible para aceptar el presente, el hecho de sentir que tal vez se me dio en demasía y ahora entonces le toca a otro. El futuro, directamente no existe. Y eso es tan así porque en Argentina nadie está pensando en lo que va a estar haciendo en 4 meses. Dis...