Ir al contenido principal

El amor después del amor....

Los alemanes tienen una frase que me parece bastante divertida: Alt Modisch. Sería como "a la antigua" o "anticuado". Bueno, soy. 

En realidad, no es que sea anticuado, ahora dentro de mi modernidad hay cosas que todavía no las termino de entender. O tal vez las entiendo, solo que no las puedo resolver, justamente porque soy Alt Modisch.

Yo igual digo que más que Alt Modisch, lo que soy en un romántico. Creo en el amor verdadero, creo en las historias de amor y creo en las conexiones reales. Tal vez no debería porque la realidad me devuelve otra cosa, ahora soy de los que eligen creer. Porque al final del día, lo que necesito es justamente poder volver a creer.

De hecho diría que después de la separación, una de las cosas que más me costaron es la posibilidad de volver a creer, de querer estar con alguien en el sentido real y no tanto para aparentar que uno no está solo.  Me animaría a decir que prácticamente el amor después del amor es muy difícil de conseguir.

Y sin embargo, eso de que "el amor está muerto" parece casi una profecía auto-cumplida de los que justamente no creen en el amor, los que no se animan a vivirlo, los cobardes y los tibios. Y en este pueblito en el que vivo, que está lleno de jubilados, no me canso de ver parejas que comparten cosas tan sencillas como arreglar el jardín o caminar por la calle de la mano. Y eso no tiene otra magia más que la decisión de ambos de querer compartir algo.

Es todo lo que me deseo y les deseo a los demás: que puedan encontrar a alguien para compartir la vida. Ese alguien que realmente nos haga ver que amar tiene sentido. Tal vez por eso ayer escribí en mi cuenta de X que es lo que estoy buscando. Tengo ganas de volver a enamorarme, de comprometerme y de volver a vivir historias de parejas. 

Hasta ese entonces, a cucharear el tarro de dulce de leche o la nutella y porque no tomar un malbec de mi colección. No hay amor que por dulce de leche no venga ni pena que por Nutella no se vaya. No sería amor sino. 



  




Comentarios

Entradas más populares de este blog

De sicologos y zapatillas

La semana pasada le puse fin a segunda temporada de terapia. Creo que llegué a un punto en el cuál no había progresos y por ende un buen momento para cerrar una etapa. Nunca me había psicoanalizado. Creo que mudarme a Alemania, separarme finalmente de mi ex mujer y tratar de entender qué me estaba pasando fueron razones más que válidas para iniciar un camino retrospectivo.  Lo mejor que tuvo la terapia fue que pude aprender a dar respuestas distintas a situaciones desconocidas o que tal vez estaban ahí sin que yo las hubiera podido observar con atención y en ese sentido, el tiempo y el dinero invertidos están más que pagados. La vida a veces nos sorprende y encontrarme un día dentro de mi casa sin sentir que fuese ya mi casa o peor aún, encontrarme una noche afuera de mi casa porque ya nunca más podía volver a entrar, son razones más que válidas para consultar con un profesional. Ahora hay algo que un sicólogo no puede resolver, sencillamente porque no somos robots y tenemos límit...

El eterno verano alemán - Mudarse no es opción

Estamos teniendo un verano, o un anticipo del verano increíble, con poca lluvia, bastante sol y temperaturas más que agradables. La verdad es que el verano alemán, si llega, es muy lindo. Digo si llega, porque el año pasado tengo la sensación de que prácticamente nunca existió.  Ahora en caso de que llegue, los días son super agradables, la gente está en general de mejor humor y se puede aprovechar muy bien el tiempo porque la tarde rinde hasta bien entrada la noche. Así las cosas, todos también tenemos ganas de hacer más cosas y es normal que en la cabeza aparezcan "los planes". Me la paso pensando, siempre fui así, al punto de parecer que estoy distraído. En realidad más que distraído, estoy hundido en mis pensamientos. Nunca no estoy pensando, razonando, tratando de entender. Y eso también es un problema porque hay cosas que si las pensás demasiado, no las hacés.  Sin mencionar, además, que no todo puede o debe ser racionalizado. Las cosas hay que sentirlas más y pensarlas...

Yo ya viví

"Yo ya viví". Me lo dijo mi padre poco antes de casarme. Me lo había dicho en algunas otras oportunidades. Era su manera de decir "vos fíjate". Me quedó grabado. Como tantas otras cosas, que sin decir, alguna vez me dijo. Suena casi a un pase mando. Lo que le dirías tal vez a alguien que viene después de vos. Una frase corta de un contenido emocional muy alto.  Suena a despedida, tal vez lo era. Mi padre era de los que de tanto atender pacientes sabía que la vida era algo muy efímero. Estaba siempre listo para partir, con su traje y su corbata. "Yo ya viví..." Y cobra otro significado este fin de semana en la que visité a mi tío Axel, el que fuera su hermano mayor  y pude ver a lo largo de la historia de la familia muchos otros "Yo ya viví". Estaba en la carta que la hermana de mi bisabuelo le envía a mi bisabuelo emigrado, explicando porqué irse de Alemania no era una opción para ella.   "Yo ya viví" estaba también en la carta que mi a...