Qué es la vida? Y en definitiva que sería la muerte? Hoy es un buen día para tratar de responder esa pregunta porque en definitiva la pascua para los cristianos es justamente eso: creer que hay una vida después de esta en la que todos nos vamos a encontrar de alguna manera.
No deja de ser una promesa y es en definitiva un acto de fé, Sobre todo porque, queda claro, alcanzar la otra vida es algo a lo que el hombre puede aspirar, ahora que no depende sólo de él. Es Dios en definitiva el que con su bondad nos perdona. Por eso siempre pido piedad y clemencia.
Y para ser perdonado, lo más importante es aprender a perdonar. Creo que eso fue lo que hice esta semana cuando la acompañé a mi ex a comprarse un auto, solo porque la vi desesperada. Sigo pensando que la vida es para adelante, que lo que pasó, pasó y que uno tiene que aprender a dar vuelta la página.
La vida sigue y sólo vamos a ser perdonados si aprendemos a perdonar. Perdonar es olvidar los motivos y los hechos. Hacia adelante cada uno por su lado y a seguir viviendo. Estar muerto en vida, mirando hacia atrás lleno de rencor, no tiene ningún sentido. Sobre todo porque la vida es demasiado corta.
Mientras pienso en todo esto, leo que hoy es el día del beso. Besar es una de las formas más hermosas de estar vivo. Y la verdad es que ya no me acuerdo de cuando fue la última vez que dí un buen beso. Porque en el fondo me pasé una buena parte de los últimos años peleando y los últimos 3 tratando de entender por qué tenía que perdonar.
Ayer pude cerrar esa etapa. Justo a tiempo. El jueves había estado en el dentista para una limpieza de encías y me durmieron la mitad de la cara. Mañana me toca la segunda parte. la verdad es que cuando salí del dentista el otro día, con la cara paralizada me preocupé pensando que ya no iba a poder volver a sentir nada ni volver a dar besos. Como escribo arriba, tampoco los venía dando así que bastante tonta la angustia. Así son las cosas a veces.
Cómo sigue la vida después de mañana? Me tomé la semana libre. Me voy a subir a mi auto y mientras sigo con los preparativos para lanzar el negocio de los vinos, voy a ir en dirección a Praga, previo paso por Berlín, sólo para comprobar si ya puedo empezar a repartir besos. Espero que así sea.
En definitiva la muerte sería no poder amar. Y no poder comer dulce de leche ni nutella. Espero que en el paraíso tengan Mayol, el que compro cuando voy a cañuelas. Y malbec. Será mucho pedir? Los pueden poner en el ataúd por si las dudas? Digo, por si no me dejan subir....
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