"Ich komme zu dir leiser. Liebe ist immer Leiser". O algo así fue la oración que leyeron hoy al final de la misa en este pueblito silencioso. Y la verdad es que me dejó pensando. Siento que en un punto de la vida todo fue ruido y que tal vez sea en el silencio en donde pueda encontrarme de nuevo y volver a ser feliz.
Los recuerdos que tengo de chico son el de alguien al que le gustaba la soledad y le costaba sociabilizar. Revisando eso, podría decir que tenía como 2 facetas: me gustaba estar solo, ahora disfrutaba mucho de la compañía. De hecho estar solo era la respuesta que le daba a no saber estar acompañado. Como que me atraían mucho los que eran más sociales, ahora como no podía ser social, me refugiaba en mi mismo.
No se si lo conté por acá, ahora entre otras cosas me gustaba mucho leer y los libros que tenía en mi casa hablaban mucho de institutrices y colegios pupilos. Había uno que se llamaba Enrique Di creo y otro era Percy Winn. Y otro de Guillermo y sus amigos que era una pandilla parecida a la de Tom Sawyer.
La verdad es que yo me deseaba eso, mi espacio, mi mundo. Al menos en una etapa de mi vida. Me encantó en su momento "La sociedad de los poetas muertos" porque era justamente el reflejo de eso, de la necesidad de tener un espacio propio.
Y entre todos los alumnos, habían 2 en los que me veía reflejado. El primero era el tímido, al que el profesor le tapaba los ojos para hacerlo decir lo que veía. Porque eso era lo que yo sentía que era: alguien que tenía mucho para decir y que no encontraba la manera. Y el otro era el que terminaba suicidándose por no poder ser lo que quería ser. En realidad ese representaba lo que yo quería ser, popular, querido, divertido.
Siento que tal vez más por necesidad que por convicción, el segundo le ganó la batalla al primero y entonces tuve que abrirme y ser hacia afuera algo que tal vez hacia adentro no soy. Sigo disfrutando de lo mismo que siempre disfruté, de mis cosas, de mis espacios y de mis tiempos. Solo que lo quiero compartir, ahora desde ese lugar. Desde el lugar de lo que en realidad soy y no tanto desde el lugar de la exposición.
Creo que la vida y las elecciones que hago, siempre van en la otra dirección. Como que me fuerzo y me esfuerzo horrores por ser el otro, por estar, participar y ser social. Y está muy bien porque eso es lo que siempre quise ser. Solo que tal vez me debería dar el espacio para disfrutar de estar solo, para poder volver a cultivar esa parte tan mía. San Agustín, tiene una oración que va en esa misma dirección, porque nota que el buscaba a Dios afuera y lo termina encontrando adentro suyo "tarde te ame, hermosura divina....".
Todo esto para decir que voy bien, recuperando el centro, recordando quién soy, avanzando con mi proyecto de los vinos y disfrutando de este invierno suave que me abraza en silencio y me recuerda que el amor es suave y silencioso. Ahí lo voy a encontrar...y voy a dejar que me mate.
Me deseo eso, una buena cucharada de dulce de leche, un poco de Nutella y una buena botella de Malbec. Cualquier otra cosa es lujo. Y el lujo es vulgaridad.
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