Ir al contenido principal

Berlin state of mind - El pasado se vuelve futuro algunas veces



Hay un tema de Billy Joel llamado "New York state of mind". En una entrevista explica que la escribió una vez que vivía en Los Angeles, siendo que no se encontraba a si mismo en una ciudad en la que hasta los plomeros querían ser actores y extrañaba su vida en New York. 

Yo en este momento estoy atravesando exactamente ese período en el que el pueblito en el que vivo no me alcanza. Ni siquiera Düsseldorf me contiene. La sensación en criollo sería Düsseldorf se volvió careta. Todo demasiado fake. Me falta la realidad urbana, esa sensación de pertenencia que solo podés conseguir en los lugares que tienen una determinada historia. 

Y Berlín...Berlín te enamora. Es una relación tóxica igual y no digo que sea como "el lugar". De hecho cuesta entrar, cuesta mucho hacer pie. Probablemente sea el lugar para determinados momentos. Incluso para un tiempo definido o indefinido.  

Porque Berlin tampoco tiene definición. Ya lo dije el otro día, una suerte de agujero negro que te transporta en infinitas direcciones. Poder ver al ejercito victorioso del Kaiser celebrar la victoria o sentir el terror de los que lograron cruzar el muro por mencionar solo cosas livianas. 

Mi familia tiene un pasado vinculado con Berlín. Mi tío tenía unas cartas que se escribe mi bisabuelo con su hermana que vivía ahí. Y en la casa de mis padres hay una foto de quien entiendo es mi abuelo en frente a una casa en Berlín. En realidad no tengo en claro si es mi abuelo, solo que la foto es en Berlín.

De chico además jugaba a un juego en el que el perdedor se iba en penitencia a Berlin. Sabés que pasa? Berlîn es el lugar al que las almas van a llorar. Y yo también necesito llorar. 

Por toda esa carga emocional además, me cuesta mucho aceptar que nunca voy a poder hablar perfectamente alemán. Es como una suerte de mandato, algo que viene vaya uno a saber de donde. Y en realidad es una sensación muy injusta. Si no hablo perfectamente alemán, es porque cuando tuvieron que elegir mi educación, mis padres, eligieron otra cosa para mi. Frente a la elección de colegio alemán o colegio religioso, mi madre priorizó la religión. Para bien o para mal. Lo que vino después es lo que vemos hoy.

Qué otra cosa podrías esperar de una persona que recibió una tonelada de religión católica y una patina de alemán en un país que es esencialmente protestante? Tal vez en el sur me sentiría más cómodo? Al menos ahí están los católicos y lo que se habla no diría que es alemán. 

Solo lo puedo entender contemplando que la familia de mi madre viene del norte de Italia y entonces serían aspirantes a alemanes y muy religiosos. En cualquier caso, yo me siento Berlinés y ahí debo decir que los elementos que tengo en mi mochila, son más limitados. 

Igual da, yo creo que mi destino estaba escrito y que Berlín es el lugar.  Cuando me toque reposar, me ponen por favor en algún lugar entre el Dome protestante de mi abuelo y la catedral católica de mi madre. Si hay algún club tecno en el medio, también pueden esparcir alguna ceniza por ahí. En mi placa ponen "acá yace Fede, el argentino que nunca terminó de aprender alemán".

Si queda lugar, me ponen un frasco de dulce de leche y otro de Nutella? Por si tengo hambre. Nunca se sabe. 


 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El eterno verano alemán - Mudarse no es opción

Estamos teniendo un verano, o un anticipo del verano increíble, con poca lluvia, bastante sol y temperaturas más que agradables. La verdad es que el verano alemán, si llega, es muy lindo. Digo si llega, porque el año pasado tengo la sensación de que prácticamente nunca existió.  Ahora en caso de que llegue, los días son super agradables, la gente está en general de mejor humor y se puede aprovechar muy bien el tiempo porque la tarde rinde hasta bien entrada la noche. Así las cosas, todos también tenemos ganas de hacer más cosas y es normal que en la cabeza aparezcan "los planes". Me la paso pensando, siempre fui así, al punto de parecer que estoy distraído. En realidad más que distraído, estoy hundido en mis pensamientos. Nunca no estoy pensando, razonando, tratando de entender. Y eso también es un problema porque hay cosas que si las pensás demasiado, no las hacés.  Sin mencionar, además, que no todo puede o debe ser racionalizado. Las cosas hay que sentirlas más y pensarlas...

Y si no hay mañana? Preguntas existenciales de un domingo por la noche.

Vengo de una familia de origen alemán en la que el "deber ser" siempre estuvo en el centro de la escena. De hecho no alcanzaba solo con el deber. El deber esa era la base de la pirámide. Para ser digno, había que ir siempre más allá de simplemente lo debido. El verdadero mérito tenía entonces 2 variables muy definidas: hacer el bien siempre y evitar por cualquier motivo el mal. El privarse de algo de lo que otros disfrutaban era muy meritorio. Tomar primero lo que estaba disponible, era algo que estaba intrínsecamente mal.  Si bien me parece una manera valiosa de formar a una persona y no pretendo renegar en absoluto de la forma en la que fui educado, entiendo que en todo caso le faltaba el balance de la vida real, la que se vive fuera de la casa.  Por supuesto que hay un valor en aprender a postergar. Los que son inteligentes emocionalmente, básicamente pueden conectar de una manera distinta con los demás porque entre otras cosas, aprendieron a postergar. También es muy vali...

Mi testamento - La lapida que me van a dedicar

  Esta semana se me había cruzado una idea genial para este post y como suele pasar con las ideas, cuando uno no las anota, desparecen. Copa de alcohol mediante, acabo de recuperar la memoria y prometo que las semana que viene les cuento como sigue mi búsqueda de amor en el país de los seres individuales. No es que haya avances, ahora se me ocurrió algo divertido y la semana que viene lo escribo. Claramente cualquier otro tema queda eclipsado por la muerte de Francisco y sobre eso voy a escribir.  Por supuesto que un evento como la muerte no nos deja nunca indiferentes. Creo que naturalmente todos ponemos a un lado nuestras diferencias y le deseamos al difunto lo mismo que nos desearíamos a nosotros mismos: que se nos recuerde con amor. Y si me preguntás hoy, a Francisco lo vamos a recordar de esa manera. El tiempo suele poner las cosas en su lugar y cualquier diferencia pasa a ser una cosa mínima, totalmente eclipsada por el hecho de la perdida. En lo personal, no me gustó el...