Esta semana, 2 de los mejores amigos que pude hacer en esta vida en Alemania se fueron a vivir a España. Tuve la dicha de heredar una botella de buen vino y una pata de jamón. Nada reemplaza a las personas, al menos los podré recordar de una buena manera.
Habiendo sufrido ya numerosas pérdidas, concluyo que en realidad uno se aferra a los bienes materiales, la tan mentada herencia, porque nada puede ocultar el dolor. Te quedan los buenos recuerdos y los bienes que te hayan quedado en suerte. Lo que vale en realidad es lo que nunca vas a poder recuperar. Al menos no en esta vida.
Y por eso creo que lo más importante que uno puede hacer en el paso por esta tierra son los amigos, algo que de hecho de este lado del mundo, no son tan fáciles de conseguir. Ahora por lo menos hay que intentarlo.
En eso estamos ahora. Siento que después de la separación tenía el foco corrido. Ante la perdida de la relación lo que estaba buscando era reemplazar a la persona. Sentir como que no era mío el problema sino de ella y que yo podía estar con cualquier otra "Mejor".
Obvio que puedo estar con cualquiera mejor, solo que mejor es un término muy subjetivo y muchas veces se basa solo en la aprobación de los demás. Estar con alguien mejor en realidad es encontrar a alguien con el que volver a ser feliz en las cosas simples, sin idealizar ni romantizar nada. Y eso es justamente lo más difícil.
Hay sin embargo un círculo un poco más amplio que lo defino como amor verdadero. El de los amigos, los hijos, la famila. Los que están y para los que uno está. Si uno junta toda esa energía positiva, igual solo o acompañado, la vida sigue.
En el fondo eso es lo que vale. El cariño que uno puede dar que en definitiva es similar al que uno va a recibir. El resto la verdad es que poco importa. Porque la vida es un rato y lo mejor que podemos hacer es disfrutarla sin tanto drama.
Hoy tuve además otra visión que me permitió entender por qué vengo perdiendo sistemáticamente al tenis en esta temporada de invierno. Y tiene que ver con algo que vengo haciendo mal yo y no tanto con lo que hagan los demás. Supongo que el fin de semana que viene vuelvo a ganar.
Tanta clarividencia tiene una sola raíz: se alinearon los planetas y pude ver las cosas como son y no como creía que eran. Tomar distancia, recuperar la perspectiva, poder sanar y volver a creer....porque la vida sigue. Y esta alma ya está lista para seguir, seguro además de que con los 1000 malbecs, me voy a volver a divertir y voy a seguir haciendo amigos y quién te dice hasta conseguir pareja. Porque en el fondo, todo tiene que ver con lo que uno hace, lo mismo en la vida o en el tenis.
Si le ponés nutella y dulce de leche, la vida es un carnaval. Que siga la música maestro. Extraño a mis amigos.
Comentarios
Publicar un comentario